réplica en bronce de la serpiente y la pusiera sobre un asta en medio del campamento hebreo. Si alguno sufría una picadura, y miraba a la serpiente en el asta, vivía. Jesús habló de sí mismo como alzado en una cruz: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:14, 15). La serpiente era el instrumento de Dios al cual los israelitas miraban para recibir salud
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